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Buscando novio en Madrid

Cada trece de junio se celebra en Madrid la verbena de San Antonio de la Florida, una fiesta popular que nació en el siglo XIX, cuando las llamadas “modistillas madrileñas” iban a pedirle al santo que les consiguiera un novio e iniciaron la curiosa tradición de lanzar trece alfileres al interior de la pila del agua bendita para a continuación posar la mano sobre ellos. Al retirarla, el número de alfileres que se hubiesen quedado pegados sobre la palma significaba el número de pretendientes que tendrían durante el año.

Modistillas madrileñas del siglo XIX

La historia nos lleva hasta 1798 cuando el rey Carlos IV le regaló a su esposa, María Luisa de Parma, el Real Sitio de la Florida, un palacete de recreo que contaba con huertas, tierras, palomar, casa de vacas, fuentes, montañas y unos jardines con varios niveles que llegaban hasta el Río Manzanares, y donde mandó a construir una ermita dedicada a San Antonio de Padua. La iglesia fue diseñada por el arquitecto italiano Felipe Fontana y el trabajo de decoración interior se le encargó a Francisco de Goya.

El Real Sitio de La Florida

Cuando el artista empezó la obra ya era el retratista de la Corte, tenía cincuenta y dos años y se había quedado sordo, tras sufrir una misteriosa enfermedad. En cuatro meses y con la ayuda de un solo asistente transformó con luz y color la cúpula, las bóvedas y el ábside de la capilla. Con su mágico pincel y sus característicos trazos abiertos logró una mezcla de arte y tradición que sorprendió por su original interpretación del milagro que le atribuyen a San Antonio, al demostrar la inocencia de su padre, acusado injustamente de asesinato, resucitando a la víctima para que señalara al verdadero asesino.

Dicen los historiadores que Goya tenía muy presente que estaba decorando uno de los templos dedicado al patrón de las muchachas solteras, por lo que decidió darle a su obra un aire profano y festivo en el que aparece una curiosa representación de personajes humildes de Madrid, incluyendo niños, majas y mendigos quienes se roban la atención de los visitantes. En un segundo plano quedan las figuras celestiales, ángeles con características femeninas popularmente conocidos como “Las Ángelas”.

Los maravillosos frescos de Goya

Hoy el Real Sitio de La Florida no existe, el palacio fue demolido para construir la Estación del Norte, hoy llamada Príncipe Pío; parte de los jardines se conservan como parques públicos y la avenida, ahora invadida por el tráfico, lleva como recuerdo el nombre de Paseo de La Florida.

Afortunadamente la ermita fue declarada Monumento Nacional en 1905 y la obra de Goya está intacta. Para preservar esos magníficos frescos, en 1928 se construyó, justo al lado, una iglesia gemela donde se ofrece culto y así la antigua ermita se ha convertido en un museo de Goya donde incluso reposan sus restos.


Ya no hay palacio y cada vez hay menos modistas, pero Goya descansa tranquilo hasta que cada trece de junio comienza la fiesta, con música, bailes y puestos de venta de comida. Todo empieza con una misa solemne y luego la imagen de San Antonio recorre el Paseo de La Florida hasta llegar a la ermita. Nadie tiene muy claro por qué al santo se le conoce como casamentero, pero todavía hoy sigue vigente la tradición de las “modistillas”. Ya no son solo las jóvenes ni tampoco son trece alfileres, ahora mujeres de todas las edades pasan su mano sobre cientos de alfileres en la pila de agua bendita, con la esperanza de encontrar algún novio en la verbena.

Pila de agua bendita repleta de alfileres para el ritual

Madrileñas siguen la tradición de los alfileres

La Ermita de San Antonio de La Florida está ubicada en la Gorieta de San Antonio de La Florida, 5, 28008, Madrid. Abre al público de martes a domingo de 9:30 a 20 horas y la entrada es gratuita. Espero tus comentarios sobre esta interesante tradición de Madrid, puedes suscribirte a mi blog dejando tu correo electrónico el cual no será publcado

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