Detrás de una sencilla fachada se esconde uno de mis sitios preferidos en Madrid. El edificio estilo neomudéjar, ubicado en el Paseo del Arte, es la sede de La Real Fábrica de Tapices. Se trata de una institución fundada en 1720 que se dedica a la producción artesanal de tapices, alfombras y reposteros, los mismos que adornan todos los palacios de la Corona Española. Cruzar sus puertas es un viaje a través del tiempo de la mano de una completa pero estricta visita guiada, en la que no se permite tocar nada, ni tomar fotografías. Se trata de un museo vivo, en donde puedes admirar en persona el impresionante trabajo de los tejedores, en un proceso completamente artesanal, conservando el arraigo de la tradición textil española.
El recorrido por sus talleres nos lleva a la época en que el rey Felipe V decidió fundar una fábrica de tapices y de alfombras con el fin de hacer más confortables los palacios españoles, que hasta ese momento eran muy austeros. La fábrica consiguió que grandes artistas comenzaran a pintar cartones y bocetos para sus tapices; es el caso de Goya, Mengs, Bayeu. Hoy en día no tenemos a Goya, pero el trabajo sigue siendo como una obra de arte. La fabricación manual de un tapiz es un minucioso proceso que conlleva entre seis y doce meses de dedicación por cada metro cuadrado.
Los trabajos comienzan con la elaboración del “cartón”, que es el diseño a escala real que guía al tejedor durante la fabricación del tapiz. Una vez aprobado el diseño, se trabaja en forma exclusiva en la elección de las lanas y sedas que son teñidas de forma individualizada para cada proyecto. Todo este proceso artesanal da lugar a una pieza exclusiva y de la mas alta calidad.
La Real Fábrica de Tapices ofrece visitas guiadas de lunes a viernes entre las 10 y las 13h. El precio promedio es de 5 euros. Una vez que descubres la maravilla de su trabajo, no volverás a pisar una alfombra sin pensar en el artista que le dio forma.
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